25.08.2015... Volviendo.

Hemos ido haciendo y deshaciendo este verano como hemos podido. Y vamos 'volviendo'.


Miro por la ventana y pienso. 

Uno ha tratado que las circunstancias no le venzan. En esa apoteosis de lucha, ha tenido mucho que ver la inmejorable compañía familiar, esos dos rincones vitales, los libros y el terminar respirando una pequeña, pero siempre, buena dosis de viento manchego.

Hoy comienzo a tomar conciencia de los retos que se presentan. Se da la circunstancia de tener que apoyar y vencer el más importante, que sin duda será prioritario frente a esos otros más profesionales que no queda otro remedio que afrontar y, con tesón y disciplina, llegar.

La vida nos va poniendo el orden que cree debe a cada uno. No podemos cambiarlo.

Lo mejor es respirar e ir a por ello sin pensar demasiado.

En verano, por muy malo que sea, todo se hace diferente. La entrada de luz cada día por las ventanas, el anochecer o el frío de la cerveza al llenarnos las bocas. Todo, en verano, nos envuelve en un estado distinto.

Cuando escribo la última línea de un verano me lleno de vértigo. 

Es cuando va uno repasando  y volviendo a abrir la página del inicio de curso, cuando se da cuenta de la vida trajinosa que lleva, de la cantidad de frentes abiertos, sin cerrar y lo que personalmente más importa.

Es cuando me entra ese vértigo y esas ganas de mandar todo a tomar por ahí, por c..., de volver a recomponer como se pueda una vida en la que de una vez por todas comience a ir priorizándome yo y los míos, con mis versos y mis sencillas cosas, que no son tantas ni hace falta tanto. 

Saber lo que se quiere es tanto o más importante como saber lo que no se quiere.

Me invade una zozobra de esas extrañas. Quiere uno hacer tanto pero tiene tan poco para llevarlo a cabo.

No sé si en algún otro momento de mi vida, he vivido algún momento tan despistado o perdido como este.  A lo mejor la edad le va haciendo a uno perder reflejos, o tal vez es ilusión lo que nos falta, o será la fuerza y el ímpetu.

En fin, me vuelvo con mis versos.

Comentarios

Por si te interesa...

Padre Nuestro en Hebreo

Cinco maneras de organizar un libro de poemas.

Diario de un Estoico II. La posibilidad de lo imposible. Semana 30