16.04.2016... Reflexiones Personales VII.

De los días se aprende tanto como de las noches. Tan interesante es lo que se vive como lo que se duerme.

Impresiona a veces como nos complicamos la vida, la cabeza, más de lo normal sin necesidad.

Recomiendo que la gente escriba tanto o más como yo lo hago, si es posible mejor. Cada día tengo más claro que escribo por necesidad psicológica, no económica. Escribir siempre me ha generado y me genera problemas. Lo que uno escribe abiertamente, en público, cuando se lee puede ser entendido de una manera u otra por quién lee.

Es muy difícil escribir pensando lo que puede sentir o interpretar uno u otro lector. Hay que escribir para uno mismo, para sí. Si se decide hacer público, simplemente hay que pensar en que has compartido alguna historia, emoción o idea que el resto puede interpretar como le plazca pero nunca como lo es para ti. 

Un determinado poema, un cuento, un relato o historia, las páginas de un diario público, todo es interpretable por muchos pero, sencillamente, sólo uno es dueño de las palabras: quien las escribe.

En un diario, aunque sea público, debemos también escribir nuestras tristezas, abrirlas o silenciarlas para que terminen muertas como nosotros.

Escribimos diarios para morir o para vivir. O tal vez escribimos diarios para que nos vivan una vez muertos.



Antonio Colinas publica su libro biográfico 'Memorias del Estanque' y yo me echo en sus brazos. Cada vez me gusta más esconderme en páginas biográficas, será porque uno puede ir ya escribiendo las suyas. Tal vez estas páginas diarísticas lo sean ya en parte.

A raíz de esta publicación ABC publica hoy una interesante entrevista con el autor:

"porque ignoramos los sentimientos o ignoramos los razonamientos, y por eso yo digo que el poema ideal es aquel en el cual el poeta siente y piensa a la vez, se emociona y razona."

Nos llueve el día y así lo dejo. No sé muy bien lo que me digo ni lo que escribo.

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