El muro más difícil de romper siempre es el de uno mismo. Por eso, si somos capaces de vencernos, poco se nos resiste.

Comentarios

Por si te interesa...

Padre Nuestro en Hebreo

Cinco maneras de organizar un libro de poemas.

Diario de un Estoico II. La posibilidad de lo imposible. Semana 30