23.11.2016...Presunción y Repudio.

La lluvia acompaña mis pasos en estos días que preludian el invierno en Madrid. La temperatura agradable y los versos parece chapotean en mi cabeza buscando su momento.

Es tiempo de poesía, es mi tiempo poético. Con los años me he dado cuenta, releyendo mis notas en cuadernos de atrás, que es en esta época en la que las musas suelen salir a buscarme, a la espera de que aproveche la melancolía del silencio, el gris del cielo y el anochecer temprano. 

Pero hoy me veo obligado a cambiar el tercio.

Ni mucho menos era mi intención escribir sobre tristezas. De hecho siento que la poesía no es tristeza sino emoción y alegría. Pero me veo obligado, personalmente, a hacerlo. Obligado a no callar, como he hecho siempre.

Caminando hacia la oficina, temprano, escuchaba en las noticias que Rita Barberá, ex Alcaldesa de Valencia, Senadora, ex Presidenta de la FEMP y militante del Partido Popular hasta hace bien poco, había sufrido un infarto mientras se encontraba sola en un hotel de Madrid.

Nada más llegar a la oficina, al entrar, la noticia que me han transmitido los compañeros es que Rita Barberá había fallecido.

Cuando has conocido a una persona como Rita, llena de vigor, de fortaleza, joven, y escuchas una noticia así, te entra un escalofrío de esos que te recorre todo el cuerpo. Aparece pocas veces, pero de vez en cuando aparece. Seguidamente te vienen a la mente recuerdos, momentos del pasado mezclados con pensamientos de rabia.

Año 2002, en Getafe.

Rita Barberá ha entregado su vida a su Valencia, como alcaldesa entre los años 1991 y 2015. Independientemente de que unos u otras pudieran estar de acuerdo o no con sus ideas, incluso con su gestión, lo cierto es que Valencia se convirtió en una ciudad de primera categoría en la mapa español gracias a ella. 

Rita Barberá lo dio todo por su partido, el Partido Popular, el partido que en sus últimos tiempos, la repudió por motivos judiciales.

Rita Barberá estaba siendo juzgada por un presunto delito de blanqueo de capitales en el seno del Grupo Popular en el Ayuntamiento de Valencia. En su caso concreto, por 1.000 euros que declaró ella donó al partido.

Hay una cacería al político, pero concretamente al político del PP. No se juzga su gestión, se juzgan presuntas irregularidades cometidas durante su gestión. Y se prejuzga exactamente igual una posible, presunta, irregularidad administrativa con un delito de más embergadura como los presuntos cobros de comisiones.

Y se prejuzga, o juzga, socialmente, si la presunta irregularidad es cometida por un político de un partido concreto como el PP; pero no se juzga ni se prejuzga si esa presunta tropelía o irregularidad la ha cometido un nuevo político de estos partidos emergentes que actualmente tienen representación en las instituciones.

Y la justicia se tira años juzgando la presunta irregularidad o el presunto delito y, mientras tanto, los medios de comunicación informan, deforman, humillan, presuponen, suponen, alientan a la culpabilidad social del presunto.

Y sí, todo acaba con que, como es el caso, has entregado tu vida al servicio público, has conseguido que tu municipio o comunidad tenga un nivel de vida como nunca lo había tenido, pero que te hagan salir por la puerta de atrás por algo que, vaya usted a saber, como ocurre habitualmente, a los diez años queda en nada.

Rita, lamentablemente, como otros, ya no tendrá juicio. Será culpable para muchos de no se sabe qué delito. Y, si llegase a demostrarse alguna irregularidad ¿no piensan que es algo desproporcionado, mediática y socialmente lo ocurrido en este tiempo sobre su persona tras una vida pública intachable? Pero alguien puede pensar que una persona que tiene un sueldo de ese nivel, que gestiona durante toda su vida miles de millones ¿se va a manchar, corromper, por 1.000 euros? 

Combatir la corrupción no sólo es necesario sino sano para regenerar el sistema. La persecución política y mediática, desmedida, sobre personas que gozan en un estado de derecho de presunción de inocencia, es inadmisible. 

Debería hacernos reflexionar a todos. No sólo unos: Todos.

Conocí a Rita Barberá en mi última etapa de concejal en el Ayuntamiento de Getafe. Ella era Presidenta de la Federación Española de Municipios y Provincias y en una reunión, de estas en las que nos congregábamos todos los alcaldes y portavoces a nivel nacional, se acercó y me dijo que quería venir a Getafe.

Yo encantado. La organizamos un pequeño acto y, a partir de ahí ya no paró de preguntarme prácticamente cada semana que cómo me iba y si necesitaba de su apoyo.

Año 2003, en Getafe.

Volvió a venir a Getafe, mi pueblo y volví a sentir su cariño y voluntad de ayudar a aquellos que militábamos o hacíamos política en lugares poco alineados con nuestras ideas. Ella me comentaba que dónde debía estar es en la 'trinchera', con los compañeros menos favorecidos. Siempre dispuesta. Siempre cariñosa, con ese carácter bravucón y pasional. Es curioso pero otros dirigentes, muchos más cercanos en distancia, no pisaban Getafe.  Rita vivía la política, era su vida y en ella lo ha dejado todo. 

Como he dicho, ha dado su vida por su ciudad y por su partido.

Es verdad que cuando la rabia se apodera de uno lo mejor es callar. Pero de eso se aprovechan otros. Unos callamos mientras el perro ladra por no convertir esto en jaurías. El límite llega puedo asegurar que no soy de los que callan, si tengo qué ladrar ladro y si tengo que morder muerdo. 

Presunto. Investigado. Repudiado.

Y es muy triste que por quien des tu vida, tu tiempo, tu trabajo, tus sacrificios... te deje tirado a la mínima porque existe una denuncia no probada o alguien interesado lo pida o exija a cambio de no sé qué. 

Y a partir de ahí, parece, la orden es clara: No Conocemos a esta persona. ¿Y entonces? Entonces la persona tiene que dedicar los últimos años de su vida a probar, defender, que es inocente. Todo ello bajo la paliza diaria de la prensa o el rechazo y juicio social paralelo: en solitario. En ese momento, aquel o aquella al que todos llamaban para hacer la Foto, al que todos pedían favores varios, es un repudiado. 

Ejemplos y experiencias de ello puedo escribir y escribiré no sólo por conocer sino por vivir. 

El Imputado, Investigado, Presunto... Repudiado. 

Ahora muchos salen, salimos, a ensalzar a Rita. Rita antes de ayer era repudiada por la mayoría de los que escriben hoy. A Rita, a la Rita que hoy lloramos, antes de ayer se decía que no 'formaba parte de la organización del partido popular'.

Y eso pasa con ella y con cualquiera que aparece en prensa por una denuncia que puede ser falsa o interesada, o no, pero siempre debería primar, por educación y respeto, una presunción de inocencia sobre la persona. 

Pero sigo.

Estoy leyendo ahora, mientras escribo, una serie de tweets que realmente me dejan asustado del grado de odio, mala educación, falta de respeto y, sobre todo, inmundicia, existen en este país. Cierto es que, esta falta de valores, posiblemente, sean fruto de un sistema del que todos hemos sido partícipes y responsables de alguna manera. Algunos ejemplos:

@garciarosco: Pues me alegro un montón que se haya muerto Rita Barberá.

@ego_lahuerta: a disfrutar del caloret del inferm.

@santi_hegemon: ¿Es aún moy pronto para sacar el cava y celebrar la muerte de Rita Barberá?

Estos creo son los ejemplos más suaves, leídos esta mañana. No sólo dan asco como personas sino que dan pena. 

Tengo un gran respeto por la libertad de expresión, pero tengo todavía mayor respeto por las personas que fallecen, tengan las ideas que tengan, piensen como piensen, sean de dónde sean. Simplemente son valores, simplemente es tener un mínimo de sensibilidad.

¿Alguién se imagina hacer un tipo de comentario así, o chistes parecidos, sobre los del otro lado? Pero esto qué es. ¿Este es el futuro? 

¿Quién ha inyectado tanta radicalidad, odio y rencor a todos estos que han vivido y viven gracias al esfuerzo y sacrificio de muchos a los que critican?

No me callo nunca (mala virtud, gran defecto, en el entorno en que me he movido siempre), no puedo callarme, no quiero callarme y no debemos de callarnos. 

Los que hacen homenajes a criminales y terroristas como Fidel Castro, Hugo Chávez y Arnaldo Otegui deciden no guardar un minuto de silencio por una persona fallecida, en este caso Rita Barberá porque, según ellos "sobran los homenajes a corruptos". ¿Corruptos? ¿Es corrupto Ramón Espinar? ¿es corrupto ese que no paga la Seguridad Social de sus asistentes? 

Estos personajes, que están sentados y viviendo ya de todos nosotros, de ese sistema al que ellos tanto critican, sí que aplauden o tienen como referentes a corruptos. 

¿Qué pretenden? 

No puede haber unos y otros. Ni lo que vale para unos que no valga para otros. 

El que la haga que lo pague, cuanto antes y en la proporción que sea, pero no condenar a las personas diez años antes porque la justicia va lenta. 

Se debe reflexionar y quienes más deben de reflexionar son aquellos que soportan, alientan y dan cobertura a informaciones que generan situaciones o sensaciones que nada tienen que ver ni con la verdad ni con la realidad.

España merece ser un país serio y no un país fruto del morbo. Estamos convirtiendo a generaciones jóvenes en generaciones de radicalismo barriobajero sin ningún tipo de valores ni respeto por la sociedad que, más allá de su futuro, tanto ha costado construir.

En fin. Imagino que mis palabras, estas breves reflexiones, van a ser fruto de críticas brutales. Me da exactamente igual. Si ellos hablan, yo hablo y, mientras que pueda, desde dónde pueda, trataré de defender lo justo y criticar las injusticias.

Si a alguien le ofendo con mis palabras, le pido disculpas pero también le pido que respete mi opinión, es tan válida como la suya.

Buenas tardes...

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