23.04.2018... El libro

Un libro.

Leer, escribir; escribir, leer.
Leer para vivir o vivir para leer. 
No sé muy bien el por qué, pero sé que no me recuerdo sin un libro en las manos. Desde aquellos primeros olores de la tinta impresa en los libritos de la Editorial Bruguera, con Julio Verne y su maravilloso 'Miguel Strogoff' o 'Viaje al centro de la tierra' o 'Veinte mil leguas de viaje submarino'; o aquellos veranos, de bien pequeño, en los que tras la siesta me dejaban unas horas, a solas o con mi hermano, en la biblioteca del pueblo, Minaya, degustando y toqueteando tantos ejemplares hasta descubrir ese maravilloso 'Principito' de Exupéry que me dejó tal sentimiento que ya mis días eran un ir y venir inventando historias que nunca escribí; aquellos domingos, cada domingo, temprano, junto a mi padre recorriendo cada uno de los puestos que todavía hoy llenan de vida la Cuesta de Moyano, iniciando lo que a día de hoy es ya una humilde, pero gran, biblioteca personal que me acompaña en mis días.


La lectura es silencio. 

Creo que aprendí a amar el silencio porque siempre amé la lectura. A veces, casi siempre, llevamos una vida que no nos aporta más que ruido. Un ruido insano que sin darnos cuenta va alterando nuestro caminar, apagando nuestras defensas ante los ataques tóxicos externos. Aconsejo coger un libro, andar, sentarte en el banco de un parque o sobre una piedra en medio del campo y leer. Nada más terapéutico que algo así. Nada más lujoso ni eficaz para calmar la mente.

La lectura es una herramienta más que nos hace despertar la consciencia.

Cada libro puede esconder esa frase, esa idea, ese pensamiento o reflexión que nos revuelva y de sentido a nuestra existencia.
Leer te hace imaginar e imaginar te hace vivir.


Acariciar un libro, hacerlo tuyo, adoptarlo. Leer sus páginas, sentirlo. Dejar que penetre en tu interior cada palabra, cada frase, cada página. Que revolucione tu mente, que te revuelva.

Toda mi vida he estado rodeado de libros. 

Los libros me han acompañado y me acompañan. 

Los libros me han hecho crecer y crecer me ha hecho pensar libremente con mis propias ideas y reflexiones, acertadas o no. 

Los libros me han enseñado a no juzgar. 

Los libros me han dado compañía siempre, en cada uno de los rincones de mi vida.

Vivo y viviré envuelto en libros. 

Vivo y moriré pegado a un libro.

Ojalá y pueda transmitir a mi hijo, heredero natural de mis libros, todo este amor que unos gramos de papel impreso nos puede aportar.

Una sociedad sin libros no progresa, porque el progreso es pensamiento y los libros están llenos de esa semilla que genera pensar.


Pon un libro en tu vida y no te arrepentirás.
"No importa lo ocupado que estás, debes encontrar un hueco para la lectura. De lo contrario habrías escogido sumirte en la más absoluta ignorancia"Confucio

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